Tras 34 horas de viaje (que se dice pronto) llegamos a
Hanoi, al norte de Vietnam.
Podría describir este trayecto como una auténtica pesadilla.
Los dos vuelos de 7 horas para llegar a Bangkok haciendo escala en Doha los
llevamos medio bien ya que los aviones de Qatar Airways son sin duda los
mejores en los que me he subido en mi vida en cuanto a comodidad y facilidades.
Se nota que no gastan mucho en combustible ya que tienen petróleo para aburrir,
por tanto tienen más margen para invertir en servicio y atención al cliente.
Una vez en el aeropuerto internacional de Bangkok y como
teníamos 12 horas muertas en el aeropuerto decidimos irnos a Bangkok sin ningún
plan ni saber dónde ir como si de Cartagena se tratara. Sin saber cómo nos dejó
el taxi en China Town y la primera impresión
que nos llevamos es de un suburbio de asco y más asco con un permanente
(mal)olor a comida picante, perros y patos colgados de tenderetes en la misma
calle y agua sucia corriendo por la calzada.
Abandonamos a golpe de taxi el barrio y nos vamos a los
alrededores del Gran Palace donde ya vemos multitud de turistas aunque los casi
40 grados de temperatura son insoportables y acabamos tomándonos un helado en
un centro comercial ya que llevamos más casi dos días sin dormir, lugar donde
pasamos el resto del tiempo hasta volver al aeropuerto y seguir nuestro periplo
hasta Hanoi.
Hanoi desde el primer momento es diferente. Se respira nada
más bajar del avión amabilidad y gente dispuesta a ayudarte con una sonrisa,
empezando por el militar que te gestiona la visa. También no hace falta mucho
tiempo para corroborar que en esta ciudad los semáforos existen pero están de
adorno. La única regla de conducción que
existe es que no hay reglas, cada uno va preocupado por lo que ve delante y como
conductor sólo tienes que preocuparte de esquivar lo que tienes delante.
Al principio cruzar la carretera andando parece una misión
imposible ya que no se respetan ni pasos de peatones ni nada, pero poco a poco
le vas cogiendo el gustillo a empezar a cruzar la calzada con 300 motos por
minuto esquivándote. El truco es cruzar sin importarte que vengan coches,
camiones y motos a gran velocidad hacia a ti, ellos se encargan de esquivarte :)
Debo decir que se convierte en algo adictivo y cuando ves intersecciones muy
transitadas pruebas a cruzar.
Llegamos al Camel City Hotel en el barrio antiguo de Hanoi,
hotel recomendado en la guía LonelyPlanet, y ha sido claramente un acierto.
Este hotel está regentado por una familia vietnamita, gente super amable y que
constantemente se preocupan de advertirnos de donde no ir, cómo llevar la
cámara para que no nos roben y cuánto nos deben cobrar en restaurantes y
transportes.
En el primer día en Hanoi nos encontramos con el temido
monzón. Ya nos despertamos con el estruendo de la lluvia cayendo violentamente
sobre el tejado y nos pasamos todo el día, poncho en mano, calados de pies a
cabeza pasando en un segundo de no llover a empezar a caer agua como si acabaras
de abrir el grifo de la ducha.
Pese a la lluvia comemos en un restaurante local con gente y
comida local por 2 dólares y acto seguido intentamos aprovechar la tarde y ver
algunos puntos clave de la ciudad como el Lago Hoan Kiem, el museo de la Guerra o Historia Militar de
Hanoi y el mausoleo de Ho Chi Minh.
Monas, te ríes del mundo! Viajazo! Voy siguiéndote que quiero cogerte rebufo
ResponderEliminarPasadlo bien!