Kilimanjaro

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miércoles, 8 de julio de 2015

Conociendo el centro de Bali: Ubud y alrededores

Comenzamos nuestro tercer día en Bali abandonando gustosamente la región australiana de Kuta para dirigirnos rumbo norte al centro de la Isla. Para ellos contratamos los servicios de un conductor que nos lleva por un módico precio de 600.000 RP todo el día a donde nos apetezca.

Por ello, aunque no pillaba de camino nos desviamos hacía el oeste para visitar el famoso templo de Puraa Tanah Lot (Templo de la Tierra en el Mar). Es un precioso templo hinduista ubicadoo en un islote de roca a menos de 100 metros de la costa, construido por un sacerdote durante el siglo XVI. Cuando la marea es alta, la roca en la que se ubica Pura Tanah Lot llega a cubrirse casi por completo, pero durante algunas horas al día es posible llegar hasta el templo caminando sin apenas mojarse.






Para ser sincero, muchas eran las expectativas pero al llegar allí sólo pueden apreciarse una pequeña construcción sobre este islote de piedra. El acceso está prohibido y el entorno está plagado de fotógrafos balineses con polos de "Canon" deseando echarte una foto para vendertela. En otros lugares hay más lugareños intentando venderte cualquier baratija o hacerte beber de un supuesto manantial de agua dulce que brota de la misma orilla.







Salimos de Pura Tanah Lot con dirección a Ubud aunque en media hora nuestro chofer de cuyo nombre ni me acuerdo nos propone visitar un centro de ecoagricultura en donde producen cafe de Luwac. Este café, que alguna vez había escuchado hablar de él, es un café del cual se "producen" sólo 300 kg al año y se obtiene de la siguiente manera. Existe un mono, que debo decir que es más mangosta que mono, que entre su dieta se encuentra el café balinés. Este mamífero,  una vez digiere ese café, y siguiendo el proceso normal de la digestión, defeca como cualquier bicho viviente de la tierra. Los lugareños cogen pues los excrementos y manualmente extraen el grano de café para después tostarlo y molerlo como se haría con cualquier otro café del mundo, para  producir el tan conocido Luwac Coffee que lo cobran a precio de oro.

Como no podía ser de otra forma, no dudamos en  probarlo ya que estamos aquí.





Seguimos nuestro camino hacía Ubud y muchos kilómetros antes ya sufrimos los atascos interminables que nos hacen tardar casi 2 horas. Ubud es la capital cultural de Bali y por ello en los últimos años se ha convertido en parada obligada de cualquier circuito turístico. Tras la experiencia en Kuta y para evitar meternos en otra ciudad saturada de turistas, nos decidimos por hospedarnos en un hotel a las afueras del centro de la ciudad, hotel que pronto nos daríamos cuenta que se trataba de un auténtico paraíso, un oásis de lujo y tranquilidad sólo a 3 km del centro de la ciudad. Por sólo 45 EUR la noche cogemos las últimas habitaciones que quedaban libres,  las más  caras de todo el complejo y que más que habitaciones eran chalets, con unas vistas espectaculares a campos de arroz y a pocos metros de la piscina.





Tras descansar un rato y disfrutar del paraíso en el que estamos alojados, nos animamos a salir al mundo real y visitar el centro de la ciudad, cómo no alquilando unas motos. A destacar es la pelea de gallos con la que nos topamos en una de las callejuelas  del centro.





Antes de que los defensores de los derechos de los animales dejen de leer estas líneas he de decir que nos fuimos antes de que hubiera cualquier tipo de agresión aviar.

Para terminar la noche, después de cenar nos acercamos a un espectáculo de danza balinesa Kecak que nos da el cloroformo necesario para dormir profundamente. Gracias a este bodrio de espectaculo a mis amigos aprecian hoy más el flamenco.





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