Segundo día efectivo en Japón y seguimos con el jetlag. 4am despiertos, 5am desayunando y 6am cogiendo el tren rumbo a Kamakura, una ciudada costera en la perfectura de Kanagawa conocida por sus templos y santuarios y que se puede llegar con el JR Pass en unos 50 minutos desde la Estación de Tokyo cogiendo la Yokosuda Line.
En torno a las 7 de la mañana estabamos ya haciendo nuestro segundo día de nuestro particular Camino de Santiago en el que acabaríamos haciendo más de 20 km a pie. A pocos metros nada más salir de la estación empalmamos con el sagrado Camino Wakamiyaoji, un bonito paseo que lleva al santuario Tsurugaoka Hachiman.

En torno a las 7 de la mañana estabamos ya haciendo nuestro segundo día de nuestro particular Camino de Santiago en el que acabaríamos haciendo más de 20 km a pie. A pocos metros nada más salir de la estación empalmamos con el sagrado Camino Wakamiyaoji, un bonito paseo que lleva al santuario Tsurugaoka Hachiman.
Este santuario es uno de los más importantes de Kamakura y dedicado al dios patrón de la familia Minamoto y de los samuráis o eso he leído por ahí.
Acto seguido, 32 grados a la sombra y caminando hacia el este unos 20-25 minutos visitamos otros dos templos: el Templo Sugimoto-dera, uno de los más antiguos de Kamakura y así lo demuestra sus escalones cubiertos en musgo, y el Santuario Hokoko-ji y su fotogénico bosque de bambú que nos hizo de aire acondicionado por unos minutos.
Españoles, del sur, verano y una playa cerca. Ya podía quedar por ver los mejores templos de todo Japón que tomamos un break para pillarnos en un super unas cervezas bien frías con un poco de sushi y otras delicias culinarias niponas e irnos a la playa a darnos un merecido baño. Cómo no, a Torrente se le olvidó el bañador en España, raro de un hombre tan viajado.
Con la pantorrilla a menos temperatura, cogemos fuerzas Chiki y yo para otra hora de senderismo y visitar la mayor atracción de Kamakura, el Daibutsu o Gran Buda, una estatua de bronce del Buda Amida de 13,35 metros de alto y unas 93 toneladas de peso situada en el templo budista Kōtoku-in.
Para comer echamos mano de TripAdvisor y vamos al restaurante N.1 recomendado, el Satonoudon Kamakura, situado en el perimetro exterior occidental del santuario Tsurugaoka Hachiman. Tienen menus combinados a buen precio y buena calidad.
Para acabar el día, ya de vuelta en Tokyo y después de otra siesta de 4 horas, salimos a cenar algo por la zona de Okachimachi, próxima al parque Ueno, donde el amigo Pedrito confirma que sólo le gustan los nigiri de Otoro (la mejor parte y con más grasa del atún).
Para acabar el día, ya de vuelta en Tokyo y después de otra siesta de 4 horas, salimos a cenar algo por la zona de Okachimachi, próxima al parque Ueno, donde el amigo Pedrito confirma que sólo le gustan los nigiri de Otoro (la mejor parte y con más grasa del atún).
No hay comentarios:
Publicar un comentario