Kilimanjaro

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domingo, 19 de septiembre de 2010

Último día en África: Nairobi

¿Os acordaís cuando para ir de Murcia a Cartagena no existía autovía y había que hacer el trayecto por nacional en el 4 caballos? Pues eso es un lujo comparado con el viaje desde Arusha a Nairobi que he sufrido en el "Shuttle Bus". Para empezar no hay carretera entre ambos puntos, llevan ya tiempo construyendo una pero sólo encontramos intermitentes secciones de quizá 1 km semiterminadas. Así, el autobus va cambiando constantemente del camino de cabras a la carretera y viceversera, aprovechando esos pequeños oasis de asfalto para dar respiro a los amortiguadores. Por cierto, desterrado el mito de que en España uno trabaja y 2 miran. Aquí hay 20 que miran y la carretera no se termina nunca.

Tras muchas horas comprimido en el autobus y comiendo tierra, me doy cuenta de que estamos llegando a Nairobi porque la carretera ya es de mejor calidad, hay marcas viales pintadas en ella, diviso muchas cementeras a ambos lados de la vía, el número de coches y su calidad aumenta, veo edificios de más de dos pisos, y percibo posters publicitarios de bancos, inmobiliarias y soluciones I.T. para empresas. No hay duda, hemos llegado al dulce capitalismo. Me contaba Felix que Tanzania y Kenya no se llevan muy bien, una vez intentaron crear como una especia de Unión Europea entre Kenya, Uganda, Ruanda, Etiopia y Tanzania (quizá me dejo alguno) pero Kenya no quiso estar bajo el mismo techo que sus vecinos tanzanos. Él criticaba el capitalismo kenyatta y la calidad humana de su gente alavando de otro lado al socialismo de su país y a la bondad de su pueblo. Desde mi perspectiva humilde y objetiva, Felix tenía razón en una cosa: quizá su gente viva más tranquilamente y se perciba una mayor simpatía, pero también viven en la más absoluta misería mientras que aquí, en Nairobi, se respira riqueza y modernidad.

Tras 15 días en Tanzania y haber cumplido el principal objetivo del viaje, llegar a la cima del Kili, y posteriormente regalarme un safari animal y cultural por todo el noreste del país, ¿por qué me pego la paliza de autobus para venir a Nairobi sólo para 1 día y medio? La respuesta es sencilla, para cenar en un restaurante llamado "The Carnivore", parada obligada en la gira Africana por recomendación de un crack, Pedro SCM.

Así, nada más llegar a la capital realizamos la reserva para la cena y allá que vamos. Se trata de este tipo de restaurantes en los que tienes una banderita puesta en tu mesa y mientas que esté arriba los camareros van pasando con espadas llenas de carne y te van sirviendo. Las espadas se colocan en la barbacoa central y la carne se asa al estilo Masai. Así puedes comer la cantidad que desees hasta que bajes la bandera en señal de que no te cabe más.

La barbacoa central de The Carnivore

Dentro del menú, empiezan a servirnos ensaladas y una sopa de primer plato. En ese momento llamo la atención del camarero y le pregunto cuál es el nombre del restaurante; el camarero se queda un poco descolocado pero responde "the Carnivore", a lo cual le contesto que entonces se lleve "tó" lo verde y la sopa que yo he venido a comer carne y no voy a malgastar ni un centímetro cúbico de mi vacío estómago (ni desayune, ni tampoco comí) en nada que no esté pinchado en una espada.
Pues no somos nadie los cartageneros! Parte del truco de este sistema de "come hasta que rebientes" es ponerte muchos entremeses, una sopa que te quita la mitad del apetito, e innumerables cosas para picar. Todo esto se lo llevo sin tocarlo, ibamos bien mentalizados.

Típico camarero sirviendo desde su espada de carne


De esta manera, terminó la primera ronda en la que todos los camareros pasaron por nuestra mesa con todos los tipos de carne disponibles. Nos preguntan si estamos bien y le digo que como entrante no ha estado mal pero cuándo viene el primer plato. Diría que el camarero se asustó, pero mejor decir que se asustó de verdad cuando sucedió lo mismo en la 2ª y la 3ª ronda en la que tengo que admitir que si me llego a comer un trozo más de carne hubiera muerto automáticamente.
Nosotros esperabamos comer allí carne de ñu, cebra, y otros animales "raros" aunque al final nos conformamos con avestruz y cocodrilo (que por cierto sabe a pollo) a parte del delicioso cordero, antílope, cerdo africano, pollo, ternera, pavo, toro, etc. Según nos comentó el camarero, el gobierno les prohibió hace unos años comprar carne de ñu y cebra debido a las protestas de grupos conservacionistas y proteccionistas.

En fin, dejamos el Carnivore con la sensación de haber pagado los mejores ~50 euros (incluye el menu + vino que es muy caro aquí) de todo el viaje y casi arrastrándonos nos vamos al hotel a descansar.


Kenyatta International Conference Centre

Esta mañana nos hemos dado una vuelta por Nairobi city visitando la Kenyatta International Conference Centre que no es más que una torre muy grande de negocios siendo probablemente el 2º o 3er edificio más alto de la ciudad. Pagando unos 400 chelines (unos 6 dolares) por cabeza, subimos al mirador de la torre para fotografiar desde allí la ciudad.

Vistas aéreas de Nairobi

Más de lo mismo

Inmediatamente después, y ya con los pies en tierra firme, nos dirigimos a un mercado masai que divisamos desde la torre. Tras quitarnos de encima al enjambre de locales intentando llevarnos a sus puestos, intento encontrar un collar no demasiado cantoso para la cuñada y la Chusa pero lamentablemente tengo que decir que no me gustó ninguno. Otra vez será.
Mercado Masai

Sí que nos animamos a comprar algunas pinturas típicas de Kenya que resumen brillantemente parte de nuestro viaje. Tras regatear durante una hora con el vendedor y artista, las sacamos por poco más de 1/5 de los que nos pedía. Tengo que dejar de utilizar la táctica de decir que soy estudiante y que no tengo dinero cuando luego me ven con la Nikon D90 y la Blackberry.

Puesto de cuadros

Por último decidimos irnos al hipódromo ya que según la LonelyPlanet, los domingos hay carreras de caballos. No hay mucho más que hacer un domingo por aquí excepto meterte en una iglesia a que un reberendo te grite Jesus is Great!! (se escuchan por toda la ciudad, como si fueran conciertos al aire libre), por lo que nos vamos al hipódromo aunque para nuestra desgracia hoy no había carreras sino un partido de Polo. Como no nos interesa ver a caballas corriendo detrás de una bola, volvemos al hotel en donde acaba esta pequeña narración.

El Polo, un deporte muy interesante....para quién le guste


Mañana nos recogen a las 5:00 am para ir al aeropuerto, nos vemos en España!!

sábado, 18 de septiembre de 2010

Último día de safari: los "bushmen"



Bushmen, es el término anglosajón que le dan a tribus como la de los Hadza ó los Watindiga. Visitamos a una de estas tribus para lo cual quedamos a las 6:00 am con un guía local del Lago Eyasi quien nos descubrirá la localización exacta de los mismos ya que estas tribus son nómadas y viven, como su nombre indica, entre los arbustos. Casi nadie sabe donde se encuentran en cada momento.

Los bushmen alrededor del fuego nada más llegar


Forman pequeños grupos unifamiliares de unos 20 miembros y sus casas, por llamarlo de alguna manera, no son nada más que una peña parcela circular rodeadas de arbustos. En la temprada lluviosa sin embargo, usan una versión un poco más elaborada de las mismas con pieles de animales cubriendolas aunque sólo parcialmente.

Aquí, entre los arbustos, duerme esta gente

Según nos cuentan, los procesos migratorios de esta tribu responden principalmente a dos eventos. Uno de ellos es la muerte de uno de sus miembros: debido a la Malaria, es muy frecuente que algún integrante del grupo muera. Si esta persona no es un niño, no se molestan ni en enterrarla dejándo el cadáver ser devorado por animales carroñeros como las hienas. En este caso, la tribu se mueve a otro emplazamiento.
En el caso de que sea un niño, éste es enterrado en una de las casas que no vuelve a usarse nunca más (en este caso la tribu no se mueve de lugar). Nos cuenta el guía que hace poco murio un niño muy pequeño y nos enseña la casa en donde está enterrado.

Niña Bushmen


El otro caso en el cual la tribu cambia de localización es cuando cazan un ejemplar grande y pesado como puede ser un búfalo. Ya que arrastrarlo a su poblado no es una opción viable, todos ellos se mueven al punto donde éste ha sido abatido pudiendo volver o no posteriormente al punto original.

Niño Bushmen

Los bushmen se dedican casi exclusivamente a la caza y compran las puntas de flechas a la tribu de los Manati como pudimos comprobar el día anterior.

Arcos y flechas usados por los Bushmen


Cuando llegamos, acaban de cazar a un Dik-Dik que es un ejemplar parecido a una miniatura de gacela. Sin dudarlo, lo despellejan delante nuestra y cocinan parte de él a la brasa ofreciéndonos su carne. Aunque son las 7:00 am, no rechazamos su ofrenda y tomamos el sabroso Dik-Dik a la brasa como desayuno que no sabremos cuando tendremos otra ocasión de hacerlo.

Despellejando al Dik-Dik


A pesar de su cultura de cazadores, las zonas de caza se han reducido drásticamente en los últimos años debido a la protección del gobierto de los parques nacionales. Por ello, se nutren también de otros alimentos como raíces de árboles que según ellos son patatas. Las pruebo también y no sabe a nada más que a deliciosa tierra.

Buscando las "patatas"

Por último, nos demuestrán su impresionante destreza con los arcos y nos dejan probar aunque nos nos haría falta un poco más de práctica para matar algo en movimiento.





Así concluimos la visita a esta tribu llevándonos una terrible imágen de cómo hoy en día aún hay gente que vive de esta manera. Volvemos al Jeep y de camino al campamento paramos en un pueblo muy famoso por sus plantaciones de cebollas, la mayor parte de ellas exportadas por todo África.

Recolectando las cebollas

viernes, 17 de septiembre de 2010

5º y 6º día: Cráter del Ngorongoro y tribu Manati

Pasamos la noche del miercoles al jueves en el anjillo del cráter del Ngorongoro a más de 2.000 metros de altitud retomando los polares y la ropa de abrigo. Desde aquí, tenemos unas vistas espectacular del crácter.. En el interior del cráter habitan multitud de especies residentes ya que en su interior disfrutan de todo lo que pueden necesitar incluyendo un lago de agua dulce. Sólamente las hembras de los elefantes cuando están preñadas salen del cráter en busca de otra variedad de especies vegetales más propicias para su alimentación durante la gestación.

Vistas del cráter del Ngorongoro desde el anillo

Nos cuenta Felix que en Tanzania hace años que el rinoceronte blanco se extinguió debido a la caza furtiba. Sólo quedan entre 10 y 20 ejemplares de rinoceronte negro, todos ellos localizados dentro del cráter. Sin embargo, no hemos tenido la suerte de ver ninguno ya que amaneció un día con bastante viento, causando a los "rhinos" a esconderse entre los bosques.


Por lo demás, a destacar ha sido la pareja de leones que se nos han cruzado a apenas 2 metros de nosotros, las grandes manadas de ñus y cebras y la concentración de flamengos en la orilla del lago que aportaba un precioso color al horizonte.

Gran manada de ñus (wildebeast)
Al día siguiente, y dejando atrás parcialmente los animales, nos dirigimos a hacer una visita a la tribu de los Manati. Manati significa "enemigos fuertes" en la lengua Masai.
Esta tribu vivía originariamente en las tierras altas del Ngorongoro antes de que los Masai vinieran a Tanzania desde Egipto. Cuando estos hicieron aparición se produjo durante años fuertes luchas por el territorio aunque los Manati, expertos manufacturadores de flechas y arcos, consigueron mantener su posición.
No fue hasta que los Masai "inventaron" los escudos para protegerse de las flechas cuando éstos consiguieron echar a los Manati de esta zona. Por todo esto el nombre masai de Manati, incluso hoy día nos comenta Felix que mantienen un fuerte rivalidad, aunque más civilizada.

Con los Manati


Pasamos parte del día con ellos observando cómo y donde viven y conociendo su cultura a la vez que en unos minutos nos demuestran cómo funden el metal (principalmente cobre y aluminio) y cómo hacen las puntas de flechas. Éstas puntas de flechas se las venden posteriormente a la tribu de los "bushmen", tribu nómada que vive esencialmente de la caza.

Moliendo el maiz para hacer Ugali, la típica comida en Tanzania (maiz + agua)

Qué simpática por cierto esta muchacha...




Por último, una vez abandonamos la tribu y de camino a nuestra siguiente y última parada del safari, le hacemos ver a Felix y a Mohamed (el cocinero) nuestra necesidad imperiosa de comernos un chuletón de ternera tras tantos días de arroz y verduras. Paramos entonces en un pueblo vecino, Mang Ola, para buscar una carnicería y comprar unos "pedacitos" de carne. No es hasta que paramos en frente de la carnicería y vemos el material colgado cuando pensamos cuánto tiémpo llevará muerta esa vaca colgada al "fresco". En fin, lo que no te mata te hace más fuerte, no?

Carnnicería. El de la derecha del todo, Mohamed

miércoles, 15 de septiembre de 2010

4º día: Parque Nacional del Serengeti

Sabana plains

Comenzamos un nuevo día habiendo hecho noche en el Ngome Tented Camp. Tras dos días en un "camp site" durmiendo en tienda de campaña me pensaba que esto sería más de lo mismo pero no, se trata de tiendas de campaña a lo grande con camas y baño interior. Visto lo visto y sufrido lo sufrido hasta ahora, esto es un lujazo!

Ngome Tented camp


Partiendo desde aquí, hemos pasado todo el día de "game drive" o en castellano, de safari. El Serengeti es el parque nacional más grande y famoso de Tanzania con más de 14.000 km2. Por sus vastas llanuras sin casi árboles campan decenas de miles de animales, siempre en movimiento a la búsqueda de pastos frescos. El ñu, con más de un millón de ejemplares, es el principal herbívoro y también la presa predilecta de depredadores como leones y hienas.

En esta época del año (estación seca), las grandes manadas de ñues se encuentran en la reserva kenyata Masai Mara aunque se pueden apreciar múltitud de especies y pequeñas manadas residentes del parque. El Serengeti es famoso también por sus leones, he visto que mucho llevan collares provistos de transmisores que permiten estudiar sus movimientos y localizar sus territorios. 

Leona recién despertada de la siesta


Además de leones, hemos visto grandes concentraciones de hipopótamos, la gran mayoría de ellos no sale del agua para resguardarse del calor.

La foto no es de National Geographic, es mia!

Gacelas Thomson, grandes gacelas, elands, cocodrilos, diversas clases de antílopes, aves secretarias, ágilas y búhos, leopardos ó jirafas son otros ejemplares que me vienen ahora a la cabeza de haber visto con más o menos frecuencia.

Gacela Thomsom

Sorprendente es la aglomeración de jeeps en torno a algún objetivo atractivo como pueden ser los leones. Cuando un coche encuentra a un león, parece como si los guías se llamaran por radio y en unos minutos decenas de coches aparecen de la nada aglomerándose en torno a la atracción.
Aún así, Felix nos comenta que ahora mismo no hay muchos coches en el parque (unos 200 aprox.). Durante los meses de Julio y Agosto, según nos cuenta, todos los caminos son una nube de polvo de la cantida de jeeps que circulan por ellos. Hemos acertado en el mes por lo menos.

3er día: Trayecto al Parque Nacional del Serengeti y visita Masai

Hoy el día ha estado íntegramente dedicado a viajar desde Mto wa Mbu, pueblo donde se situa el Twiga Camp Site donde nos hemos "alojado" estos dos días, hasta el Parque Nacional del Tarangire.
"Mto wa Mbu" viene a significar "El pueblo de los mosquitos". Con una carcajada nos lo explica nuestro guía Felix pero a mi no me hacía ni puñetera gracía. En la temporada de lluvías, al estar al lado del Lago Manyara y pasar por él río, este pueblo parece convertirse en casa cuartel de media población de mosquitos en Tanzania.
Suerte que estamos en temporada seca, aunque eso no signifique que no haya mosquitos.

Ha sido un trayecto de 6 horas todo por pistas forestales (siendo generoso con la calificación) cuando no por caminos de cabras atravesando diferentes tipos de climas y paisajes. En primer lugar, cruzabamos el Área de Conservación del Ngorongoro haciendo una pequeña parada en el anillo del cráter para fotografiarlo.

Viendo el cráter del Ngorongoro



Vuelta a la "carretera" otra vez y tras otro par de horas de rally llegamos al desfiladero de Olduvai Gorge. Se trata de un cañón de unos 50 km de longitud y 90 de profundidad que discurre hacia el noroeste desde el cráter del Ngorongoro. Gracias a su formación geológica, ha proporcinado durante décadas valiosa información sobre el origen del hombre y la vida prehistórica. Visitamos el museo donde se explica toda la historia de la evolución del hombre; el fósil más famoso de Olduvai, con 1.8 millones de años de antigüedad, es el cráneo conocido como Australopithecus boisei, que fue descubierto por Mary Leaky en 1959 (lección de historia) y creó un importante debate sobre la evolución humana.  A partir de éste y otros descubrimientos se concluyò en que África oriental fue el origen del hombre, cuyo ancestro más cercano fue el Homo sapiens. Basicamente de esto me enteré ya que los museos no son lo mio :)

Detrás mía, el desfiladero de Olduvai Gorge

Después de visitar Olduvai Gorge seguimos hacia el norte y por el camino nos encontramos a gente Masai, chavales cuidando del ganado, niños que apareceden de entre la sabana corriendo detrás del jeep, ancianos solitarios resguardados a la sombra de un árbol...todos ellos perfectamente integrados en la estampa Áfricana. Hablamos con Felix para ver la posibilidad de visitar un pueblo Masai y accede sin problemas. Una de las reglas que nos comenta al principio del día es la imposibilidad de hacer fotos a los Masai ya que ellos creen que las fotos les roban parte de su alma. Los pilares culturales y religiosos de esta creencia se derrumba fácilmente pagando 20$ por cabeza.


Así lo hacemos al llegar al poblado Masai en el que nos está esperando el representante del poblado, tras pagarle nos conduce al interior del poblado en el que su gente nos deleita con danzas y cantes tribales así como nos invita al interior de una de las "casas" de adobe y paja en la que incluso hay dos personas durmiendo dentro.

Con sus danzas típicas


Los Masai creen que todo el ganado les pertenece por deseo divino y su alimentación consta básicamente de sangre, leche y algún cereal. En menor medida comen carne de cabras y pollos. Actualmente se encuentran dentro del Área de Conservación del Ngorongoro y el gobierno les ha prohibido tanto la caza como el cultivo de tierras. Ésto les ha llevado a tener que buscar fuentes de ingresos monetarios para poder comprar comida y otros útiles que necesitan. Los turistas, pues, son ahora parte de su cultura ya que sin ellos no podrían subsistir siguiendo sus costumbres más arraigadas.

Tengo que decir que acojonan


Al salir del poblado Masai y ya en marcha desde el coche, echamos algunas fotos a unos niños-pastores Masai con su ganado. Éstos se enojan de manera casi incontrolada y empiezan a tirarnos piedras y rodear el coche con sus lanzas. Yo guardo la cámara rápidamente y cierro las ventanas pensando lo peor.
Nuestro guía nos sorprende hablandoles en la lengua Masai (diferente al Swahili) y ellos al ver que habla su lengua y al ser mayor que ellos en seguida se calman y les guardan respeto. Les explicamos que venimos del poblado y que hemos pagado "las tasas" y finalmente les damos algo de comer antes de irnos quedando felices.

El resto del día fue en el coche llegando finalmente al Ngome Lodge donde comparto estas pequeñas historias.

martes, 14 de septiembre de 2010

2º día de safari: Parque Nacional del Lago Manyara

Cercopiteco de cara negra


Hoy hemos aprovechado el día visitando el Parque Nacional del Lago Manyara, uno de los más infravalorados de Tanzania, y noralmente sólo se le concede una breve parada en el largo circuito norte que incluye el parque nacional del Tarangire y el cráter del Ngorongoro.




Si bien es cierto que el Manyara carece de la espectacularidad y la variedad de animales que pueden encontrar en el Ngorongoro y el Serengeti, el parque tiene mucho que ofrecer. Además de un emplazamiento imponente y unos apacibles contornos, el atractivo de Manyara es su extraordinaria avifauna, su piscina de hipopótamos y su población de elefantes aunque según nos cuentan su población se ha visto mermada en los últimos años.

Desafiándonos....

Lo malo del parque es que al ser bosque frondoso la mayor parte del recorrido, la cantidad de mosquitos y en especial, moscas tsé-tsé,  es incordiante. Los mosquitos no son peligrosos ya que aquellos que transmiten la malaria sólo están activos por la noche; sin embargo, la mosca tsé-tsé puede portar las bacterias que provocan la enfermedad del sueño que puede llegar a ser mortal.
No obstante, nuestro guía nos comenta que sólo una ínfima parte de ellas porta la bactería y que en siete años no ha visto ningún caso de contagio. Las estadísticas están.......PARA QUE NO CAMBIEN!!!

Son tiernas eh? ya las probaré en Nairobi :)

sábado, 11 de septiembre de 2010

Primer día de safari.Parque Nacional Tarangire

Aún con la resaca en piernas y salud en general del Kilimanjaro, empezamos hoy nuestro mega-safari por el noroeste de Tanzania. A las 8:30, una vez desayunados, nos espera en el Outpost Lodge Felix, nuestro guía durante el safari.

Disponemos de un Land Cruiser en buenas condiciones con el tech modificado para ir de pié usando la Nikon D90.
Así nos dirigimos al Parque Nacional del Taranguire, una zona preciosa que se extiende al sureste del lago Manyara y en torno al río Tarangire. Durante la estación seca, y especialmente entre agosto y octubre, Tarangire registra una de las mayores concentraciones de animales salvajes de entre todos los parques. Tarangire pertenece a un vasto ecosistema donde los animales campam a sus anchas y en el que se integran las extensas zonas de caza controladas de Mkungunero (sur) y Lolkisale (noreste).

Ha sido, en boca de nuestro guía, una día con suerte ya que hemos tenido la oportunidad de ver a casi todas las especies presentres. Así, nos hemos encontrado con grandes manadas de cebras, ñues, impalas, elands, dik-diks, diversas especies de antílopes, mangostas, babuinos y otros primates como el cercopiteco de cara negra, búfalos, jirafas y a "Timón" y a "Pumba" de El rey León.

A destacar han sido las dos leonas que descansaban en la orilla del río Tarangire mientras que una manada de unos 50 ñues se pegaban un remojón. Lástima que no tuvieran hambre.

Pero sin duda el plato fuerte ha sido el leopardo descansando en la rama de un baobad al principio de la mañana. Esta especie es rarísima de ver en cualquier safari y hemos tenido la suerte de encontrarnoslo descansando majestuosamente en frente nuestra.

No olvidarme de los actores principales, por la numerosidad y la grandeza e inteligencia que transmiten, los elefantes. En torno al río Tarangire se halla una de las mayores concentraciones de elefantes de toda Africa.
Nos hemos acercado demasiado a uno y a arrancado a por nosotros con las orejas echadas hacía a delante en clave desafiante.

Concluyendo, para un servidor que se tragaba los documentales de la 2 a diario, ha sido como zambullirse en la televisión y formar parte de la vida salvaje de la sabana. Indescriptible con palabras, aproximable con las 250 fotos que me he llevado. Espero poder compartirlas pronto, seguro que alguna habrá salido bien como para enseñarla.




viernes, 10 de septiembre de 2010

En el Uhuru Peak, a 5.895 m

QUE SI! LO CONSEGUI!! Hice cima ayer a las 8:00 tal y como lo constata el diploma que me ha dado el parque nacional del Kilimanjaro.
Pongo que lo conseguí en mayúsculas ya que no fueron pocos los momentos que pensé en que no lo iba a hacer, muchos instantes en el que el frío, el cansancio y la altura me hicieron dudar en darme la vuelta.
Como os comentaba, después de una larga jornada el día anterior y sin dormir debido a la altura y a la ansiedad, comenzábamos el ataque a la cima a eso de las 0:30. A las 23:30 nos traían algo de desayuno y té aunque la falta de apetito asociada a la altura me obligó a rechazarlo.
Una vez fuera de la tienda y tras enfrentarnos al desafiante frío empezamos la ascensión encontrando un hueco en la larga cola de personas que madrugaron más que nosotros y que dibujaban en la oscuridad de la montaña una serpiente de luces zigzagueando a lo largo de toda la subida. En ese momento pensé que me unía a la procesión del silencio de la Semana Santa de Cartagena, pero sin trono.

En un momento que me giro para a trás


A los pocos metros de empezar y casi sin calentar nos topamos con una pendiente insultante que no cesaría hasta la cima. Nos quedaban entonces alrededor de 7 horas de rompe piernas con intermitentes secciones en las que hacía falta algo de trepada.
Yo no tardé en darme cuenta de que estaba metido en un “fregao” en el que nunca me había visto envuelto y desconocía cual sería mi límite físico.
A las pocas horas, ya por encima de los 5.000 metros, la respiración era una tarea imposible. Todavía congestionado por la alergía (la concentración de polvo en el aire es muy elevada), se me hacía aún más difícil respirar y cada paso era un proyecto con principio y fin.

Llevábamos 3 horas de ascensión cuando me sobrevino otro golpe psicológico. Mi compañero de ascensión tenía los dedos de los píes congelados y decidía dar marcha a tras. Intenté empujarle hasta la cima con argumentos que no sólo iban dirigidos a él sino a mi mismo ya que no lo veía claro, pero creo que tomó la decisión correcta ya que el frío fue a peor cada minuto que pasaba.

 Esta situación no fue la primera vez que me pasaba, por lo que la asocié a otros retos en los que continué solo con éxito y seguí la marcha con el guía asistente, Valerian, un joven tanzano de 24 años que chapurreaba un poco inglés.
Las siguientes horas fueron eternas, sólo concentrado en dos cosas: mover continuamente todos los dedos de manos y pies para combatir el frío y llevar una respiración profunda y muy frecuente para darle combustible a las piernas. El reloj parecía parado, los minutos no pasaban y el amanecer pareció durar días.

No tenía fuerzas para andar, pero esto había que fotografiarlo


Al cansancio y la altitud, se unió el desafortunado ayuno y la imposibilidad de beber agua ya que el camelback y la botella de agua que iban en la mochila no tardaron en congelarse. Sin duda alguna esto fue el peor ingrediente en el agitado cóctel que era mi cuerpo.
Llegando ya a Stella Point, última cumbre antes de llegar a la cima, amaneció y los primeros rayos de sol me dieron la fuerza necesaria recorrer los últimos 30 minutos de travesía al Uhuru Peak (5.895m).

Esos 30 minutos se hicieron eternos y ese trayecto fue como ver una película a cámara lenta. Los rostros de la gente (incluido el mío) eran un poema. Gente parada respirando, gente en el suelo, otros casi llevados a cuestas por el guía, alguno llegando con oxígeno….
Cuando llegué a la cima me tope con una cola de supermercado para echarme la típica foto, y más sorprendentemente a la mujer de 85 años que nos acompañó en casi toda la ascensión. No pude contenerme en aplaudirle.



Encima de mí, el Monte Meru

Y ahí acababa la historia, pasada la alegría de la cumbre y echar las pertinentes fotos, me paré en seco, abrí los ojos, erguí el cuello y me pregunté…¿cómo bajo de aquí ahora?

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Víspera del ataque a la cima

La cobertura ha vuelto! Ya estamos el Barrafu Camp (4.500m apox.) , última parada hacía la cima. Han sido dos jornadas insufribles con trayectos de 10 y 15km en donde se me han pasado por la cabeza mil cosas.
Ayer fue el día pensado para la aclimatación: salimos con el amanecer desde el Shira Camp escalando hasta los 4.500, punto conocido como Lava Tower. Fue justo en la torre de lava donde nuestra expedición tomó destinos distintos; nuestros amigos Pau e Iván, mejor aclimatados que nosotros ya que venían acertadamente de subir el Monte Kenya, tomarón la Western Breach para dormir a 4.500m y hoy a estas horas habrán hecho cima.
Nosotros descendimos a la altura que estabamos por la mañana llegando al Barranco Hut. Sin duda alguna, pese a que fue un esfuerzo extraordinario, vimos los mejores paisajes de los 4 días caminados.

La noche para mí no fue muy buena ya que arrastro una alergía desde el primer día conmigo y los estornudos y mocos no cesan. Sin embargo, y pese a la congestión qu he sufrido, parece que me estoy aclimatando bien. Los niveles de saturación en sangre son excelentes y sólamente he sufrido intermitentes dolores de cabeza muy leves. Espero que todo siga igual hasta mañana.

Hoy ha sido sin duda la jornada más larga a la vez que dura debido al desnivel acumulado. Creo que es lo más parecido a la palabra sufrimiento que he conocido hasta ahora ya que ahora sólo nos restan menos de 5h de descanso hasta empezar el ataque a la cima. A las 0:00 empezaremos otra vez otra maratoniana ascensión de 7h hasta el techo de Africa. Sólo de estar escribiendolo e imaginarmelo se me caen las lágrimas de los ojos. No puedo imaginarme lo que sentiré pero estoy seguro que habrá valido la pena.

A esta hora empiezan a traernos la cena. En lo que podemos, y diferenciandonos claramente de otras nacionalidades, intentamos ayudar a esta gente a prepara las cosas ó como hace un rato, a montar la tienda. Actos que claramente les sorprenden dado la gran caterba de "montañeros" señoritos que ensucian estos bellos paisajes.

Voy a cenar, igual luego sigo. Un saludo a todos los que me leeis, especialmente a la gente de Hero, gracias a ellos puedo estar compartiendo estos momentos en vivo y en directo.




lunes, 6 de septiembre de 2010

En el Shira Camp a casi 3.900m

Segundo día de trekking y seguimos enteros. El trayecto de hoy ha sido ligeramente más corto que el de ayer aunque el desnivel durante las primeras horas llegó a alcanzar el 45%.

Así alcanzamos la segunda parada de la ascensión, el Shira Camp (3.900 m), donde se aglomeran la gran marabunda de alpinistas, porteadores, guias y demás que a lo largo del día han colapsado la ruta como si de la cola del paro se tratata. Desde una roca un poco distante de la "ciudad de las tiendas de campaña" se divisa lo que se conoce como Shira Cathedral, una de las tres cimas que forman el Kilimanjaro junto con el Kibo y el Mawenzi. La imagen habla por si misma de su espectacularidad.

Seguimos compartiendo ruta y mantel con nuestros amigos de Barcelona, los dos reconocidos editores que están esperando para revisar este post antes de ser publicado. Hemos mantenido conversaciones muy profundas en la tarde de hoy como personas adultas y cultas que somos, aunque la mayor parte de todas ellas han desembocado en el grupo de chicas de New York que hemos conocido. Así somos, a 1.000 y a 4.000 metros.

No quisiera olvidarme de ese gran escocés que nos hemos cruzado por el camino con su típica falda a cuadros. Le hemos dado la suficiente ventaja como para no ir detrás suya (ya he comentado el desnivel del camino, no?).

Hasta aquí mi post de hoy, hay mucho más que contar pero tengo las manos congeladas.




domingo, 5 de septiembre de 2010

Habari za asubuhi! Primera noche en Machame Camp

Qué larga se hace la noche cuando no puedes dormir. Puede que algo tenga que ver el compañero de tienda roncando ó el "watcher" tosiendo toda la noche a 2m de ti. Esta persona desempeña uno de los peores trabajos durante la ascensión, su labor es permanecer toda la noche a la intemperie y despierto cuidando de nuestras tiendas por, a mi entender, posibles ladrones.
Nuestro ya amigo Pau de Barcelona le tuvo que dejar un polar al verle temblando, con una chaqueta vieja y sólo una camiseta de manga corta debajo.

Por otro lado, las comidas y las cenas llegan a ser ofensivas. Tenemos una tienda comedor con una mesa y sillas para todos y Jackson, un negrito de 22 años (a mi parecer 17) nos sirve la cena con no menos comodidades y detalles que en un restaurante español.
Intentamos ayudarle en todo lo posible pero es inútil ya que su jefe, nuestro guia, no se lo permite.
Ayer Iván, el otro amigo hispanoargentino, se disponía a inflar su aislante y uno de los porteadores se apresuró a hacerlo él. Supongo que es su manera de ganarse una buena propina.

En fin, ayer subimos un desnivel de más de 2.000 metros por bosque frondoso en unas 3h30m donde estaba estimado entre 5-7h.

Hoy nos espera una "etapa" relativamente sencilla con 900 metros de desnivel y 7km. Ya nos han advertido en numerosas ocasiones el guia que debemos ir "pole pole" (despacio).